"La sal de la vida"

 

- LA SAL DE LA VIDA -

La sal o cloruro de sodio ha sido desde la Antigüedad clave para el ser humano, como inmediato ejemplo el común término de “salario”, que proviene de sal.

La sal y sus recipientes, los saleros, han sido de relevante importancia a través de los tiempos (S. XVI, XVII y XVIII). Como condimento precioso que era, el recipiente que lo contenía debía ser de gran importancia artística y valiosa.

El salero era de gran tamaño, en oro, plata, cristal y con infinidad de decoraciones con piedras incrustadas. El uso de estas piezas iba precedido de un exquisito y estricto protocolo.

“Lo primero a poner en la mesa es el salero, luego los paños de mesa y cuchillos y esto, acabado de lavarse el señor quitada la tobaja en que se enjugó las manos, con una gentil reverencia y rodilla bien hecha” – Ruperto de Nola, 1525

Como mejor ejemplo de salero imposible no mencionar, el salero de Benvenuto Cellini (1539-1543), una obra de arte de orfebrería en marfil, oro y esmalte; realizado para el rey Francisco I de Francia. Esta pieza fue robada en 2003 de forma misteriosa del Kunsthistorisches Museum Wienen (Museo de Historia del Arte de Viena). Permaneció oculto en el bosque durante unos años y posteriormente escondido bajo la cama del supuesto ladrón, el jefe del sistema seguridad de alarmas del mismo museo. Fue recuperado de nuevo y expuesto en el museo.



 

Los saleros con agujeros de hoy en día no aparecerán hasta la segunda década del siglo XX, como resultado de una depuración visual que atiende a la funcionalidad práctica.

Entre nuestras piezas hoy os hacemos destacar, en relación con este pequeño artículo, un juego de cuatro saleros franceses antiguos con sus correspondientes cucharas para servir. Todo el juego es en plata de 950, con revestimiento interior en vidrio. Aguardan en su caja original forrada de terciopelo verde. Con su firma de Raurnet & D’ Enfert. Plata de primera ley contrastada con la cabeza de Minerva y la marca platera de un trébol con las letras I + D de Ravinet & D’Enfert en perfecto estado. Los insertos de vidrio están festoneados y también están en excelentes condiciones.












Texto realizado por: Yolanda María Cancelo Jiménez


Comentarios

Entradas populares de este blog

Joan Vives Maristany (1902-1932); la historia de un artista quimérico.

ARCO 2023: ¿CÓMO HEMOS LLEGADO AL "TODO VALE"?