Niño Jesús de Praga


Niño Jesús de Praga, S. XIX


Imagen cap i pota o vestidera del Niño Jesús de Praga, realizada en el sigl XIX, que presenta una gran calidad escultórica con gran detallismo. Visibles se encuentran los pies y manos así como el dulce rostro, policromados con encarnación. La madera del tronco del cuerpo está pintada en color azul, como es habitual en esta tipología, ya que queda cubierto por la rica vestimenta.

Este niño se encuentra en actitud de bendecir con la mano derecha, mientras que en la mano izquierda sostiene una bola, representación de la Tierra, dorada en pan de oro. La figura cuenta con su ropaje original, un vestido de seda bordado con hilo de oro y una potencia de latón, y se encuentra sobre una peana de madera.

 

La historia del Niño Jesús de Praga se remonta al siglo XVII cuando esta imagen fue donada a un convento de Padre Carmelitas Descalzos de la ciudad de Praga en 1628 por la princesa Polixena Lobkowitz; quien a su vez la había recibido como ofrenda nupcial de su madre María Maximiliana Manrique de Lara y Briceño.

Según cuenta la leyenda, en un pequeño monasterio en ruinas se encontraba Fray José de la Santa Casa barriendo cuando se le apareció un dulce niño que le pidió que recitase el Ave María. Tras recitarlo, el niño desapareció y Fray José se dio cuenta de que era el niño Jesús. Día tras día Fray Jesús lo llamaba con la esperanza de volverlo a ver, hasta que un día una voz le respondió: "Volveré, pero cuida de tener todo preparado para que a mi llegada hagas de mi una estatua de cera en todo igual a como soy”. Finalmente, llegó el día en que se presentó el Niño Jesús y Fray José extasiado decide terminar su obra copiando al Niño que tiene delante. Al terminar, su obra es una réplica del Sagrado Modelo, el fraile cae de rodillas ante ella y fallece. Los monjes carmelitas después de enterrar su cuerpo, colocaron la imagen del Niño en el oratorio de su monasterio.

Esa misma noche, Fray Lorenzo se le apareció en sueños al Padre Prior y le transmitió el siguiente mensaje: "Esta estatua, hecha indignamente por mi, no es para el monasterio. Dentro de un año vendrá Doña Isabel Manríquez de Lara, a quien se la daréis, quien a su vez se la entregará a su hija como regalo de bodas, quien la llevará a Bohemia y de la capital de aquel reino será llamado -Niño Jesús de Praga- entre los pueblos y naciones. La gracia, la paz y la misericordia descenderán a la tierra por El escogida para habitar en ella, el pueblo de aquel reino será su pueblo, y El será su PEQUEÑO REY".

Pasado un año, Doña Isabel Manríquez de Lara, viajando por la zona, se encontró con el monasterio en ruinas y el prior le entregó la talla.

La imagen del Niño de Praga ha sido objeto de grandísima devoción hasta el momento presente. A lo largo del tiempo ha recibido distinciones papales: el Papa León XII en 1896 estableció la Congregación del Niño Jesús de Praga, el Papa San Pío X formó la Cofradía del Milagroso Niño de Jesús de Praga en 1913, y en 2009 Benedicto XVI donó una corona de oro al Niño.




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