Un bandaji digno de museo

Aprovechamos esta nueva entrada para presentaros este fascinante bandaji o cofre coreano realizado en el siglo XIX durante el periodo Choson (1392-1910). El mueble es de madera negra maciza, con exquisitas aplicaciones y guarniciones de metal, que llaman poderosamente la atención. 

El nombre coreano bandaji (que literalmente significa "medio cierre") se deriva de la puerta con bisagras en el frente de este cofre. Este tipo de cofre era uno de los muebles más esenciales y más comúnmente encontrados en un hogar coreano, normalmente era el regalo de boda para los novios recién casados. La ropa se guardaría en el interior mientras que las mantas dobladas se colocarían encima. Este cofre, con sus accesorios ricamente decorados y su extenso trabajo en metal, es del tipo que se produjo en las provincias del norte de la península de Corea.




Todos estos elementos metálicos se han realizado de madera artesanal mediante la técnica del forjado y el punzado. Las planchas metálicas se han tratado como un lienzo en blanco donde representar motivos orientales como peonías, mariposas, pájaros y símbolos de la felicidad, toda la simbología característica de la cultura oriental.

La parte superior tiene dos tiradores y cierre tipo cofre, la puerta se abre hasta la mitad y el interior es todo un espacio de arcón. Presenta un gran tirador con un perfil poliformado ricamente decorado, propio del mobiliario coreano. Este bandaji, además, se apoya sobre cuatro patas rectas y regulares, lo que le aporta gran ligereza.

Este mueble es un ejemplo perfecto del mobiliario coreano, donde la belleza simple y discreta, la ausencia de artificialidad, y la funcionalidad son las virtudes más perseguidas. El mueble coreano es el resultado del entorno cultural de Corea, de su clima, de su vivienda y de sus costumbres. Es un mobiliario que huye del dorado, es pequeño y bajo, ya que en una casa tradicional, los coreanos se sientan en la estancia principal, simple y pequeña, sin necesidad de usar sillas. 


El mobiliario del periodo Choson (1392-1910) es un notable ejemplo de un sentido de proporción y una división exacta de la superficie, como en este caso. Además, en los muebles de madera se enfatiza en el veteado natural de la madera por encima del tallado y de la decoración colorista, algo que expresa maravillosamente el amor del pueblo coreano por la naturaleza.

Es una pieza exótica y muy refinada, apta para cualquier ambiente, se puede mezclar con otros estilos más clásicos o más contemporáneos. Da un toque sofisticado y con mucha personalidad. Una pieza muy buscada para coleccionistas de arte, no pierdas la oportunidad.

Debido al carácter artesanal de su elaboración, puede presentar pequeñas imperfecciones.

Es, sin duda, una pieza digna de museo. 

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